Los cuatro senderos del yoga: Karma, Bhakti, Raja y Jnana yoga. Estos 4 caminos se describen en la antigua filosofía del yoga como caminos que nos llevan de vuelta a nuestro verdadero ser.
«Hay muchos caminos, pero la verdad es una» – M.K. Gandhi
Todos queremos ser felices y vivir una vida sin sufrimiento. La filosofía del yoga sostiene que la causa fundamental de todo nuestro sufrimiento es el olvido y la desconexión de nuestro verdadero ser. Este olvido o ignorancia se llama avidyā y se remonta a la creación de la separación de la mente como identidad individual, separada del resto de la existencia. Según el Vedanta, las antiguas escrituras, hay 3 impurezas de la mente que causan avidyā:
- Mala – el egoísmo, el pensamiento que sólo busca el beneficio propio, el esfuerzo por una identidad individual, única y egoísta.
- Vikshepa – la tendencia de la mente a centrarse en el exterior, cambiando constantemente de un pensamiento a otro. A menudo se denomina «mente de mono».
- Avavana – el olvido o la ignorancia de nuestro verdadero ser en forma de capas que parecen separarnos de toda vida en esencia.
La práctica del yoga ofrece caminos que eliminan estas impurezas mentales y nos devuelven a la verdad que ya conocemos en nuestro corazón: que estamos más allá del cuerpo, la mente, las emociones y el intelecto.
El Vedanta describe 4 caminos principales para alcanzar y restablecer nuestra conexión con el Uno y el conjunto universal de toda la vida, que es también la esencia de nuestro ser interior. Estas 4 vías son:
Índice del contenido
1. Karma Yoga: el yoga de la acción y el servicio desinteresado.
Esta vía es la más adecuada para quienes son sociales y extrovertidos por naturaleza. El karma yoga purifica el corazón y quema las tendencias egoístas (Mala) fomentando el desapego a los frutos de las acciones. Por lo tanto, no hay expectativas de ganancia o reconocimiento personal. Todas las acciones se realizan centrándose en la Unidad, estableciendo así una conexión con Atman o el verdadero Ser. La Madre Teresa es un ejemplo de una conocida karma yogui.
2. Bhakti Yoga – el yoga de la devoción
Según este camino, la falta de fe en la Esencia Divina o Sagrada nos ha hecho perder la conexión con nuestro Ser Divino. Así que la solución es el amor, la entrega y la devoción a las cualidades divinas de todo. El Bhakti Yoga nos pide que purifiquemos y transformemos nuestro amor propio egoísta centrando la mente en pensamientos sagrados y transfiriendo todo nuestro amor y emociones a la esencia divina omnipresente. Ejemplos de Bhakti Yoga son el canto y los rituales devocionales. Esta vía es más adecuada para quienes tienen una naturaleza emocional.
3. Rāja Yoga – el yoga de la meditación
La inquietud de la mente (Vikshepa) ha hecho que nuestra atención quede atrapada en historias y desconectada de nuestra verdadera esencia, según esta vía. Así que la solución es calmar la mente mediante la meditación para revelar la Unidad que somos en nuestra verdadera esencia. Esto se hace mediante el sistema Ashtanga (8 miembros), tal como lo describe Patanjali en los Sutras del Raja Yoga. La mayoría de las clases de yoga en la sociedad actual están impregnadas del camino del Raja Yoga. Esta vía es la más adecuada para quienes tienen una naturaleza que resuena con la práctica basada en el método.
4. Jñāna Yoga: el yoga de la voluntad y la mente
Esta vía sostiene que nuestra ignorancia basada en el ego (Avatana) nos impide conocer nuestra verdadera naturaleza. Mediante la lógica y la razón, el yogui utiliza la mente para examinar su propia naturaleza. Esto quita el velo de la ignorancia y el olvido mediante el conocimiento y revela la verdad que es inmutable en nuestros corazones.
Aunque se enumeran por separado, los caminos, como todo lo que existe, están de hecho interconectados y existen juntos. Por lo general, hay un camino en particular que resuena más, dependiendo de la naturaleza del individuo, pero hay elementos de cada camino en todos los demás. Como todos los caminos apuntan a la Unidad, los propios caminos se funden y es imposible recorrer un solo camino. Al recorrer el camino yóguico, es divertido ver cuáles de estos caminos nos parecen más afines que otros en diferentes etapas del viaje, sabiendo al mismo tiempo que conducen a la misma meta, que está esencialmente entrelazada con el propio viaje.
«Por medio de cualquier camino que los hombres me amen», dice Krishna a Arjuna, «Muchos son los los senderos de los hombres, pero todos al final regresan a Mí». – Bhagavad Gita